El aire acondicionado es un sistema que permite modificar la temperatura de una habitación o habitáculo además de deshumidificarla. Este es un sistema de refrigeración que, generalmente, se utiliza para refrescar el ambiente en épocas del año en las que dichas temperaturas son muy altas y calurosas.
Este aparato se instala en casas, tiendas y locales y en la mayoría de espacios cerrados con la intención de generar un aire fresco y renovado. Este sistema ofrece un gran confort en la vida diaria, ya que las personas que lo adquieran no tendrán que pasar calor.
En muchas ocasiones, las personas llaman aire acondicionado a los sistemas de calefacción. Esto es un error, ya que el aire acondicionado y la calefacción son mecanismos antagónicos, a pesar de que muchos aparatos de climatización traigan la opción de refrigerar y de calentar el lugar donde se coloque.
Funcionamiento del aire acondicionado
El funcionamiento de un aparato de aire acondicionado es complejo, debido a que se producen varios cambios físicos y químicos antes de que el aparato pueda expulsar aire frío. Para explicar correctamente el funcionamiento de un aire acondicionado, se debe explicar, en primer lugar, qué ocurre en su unidad exterior, ya que es en dicha unidad donde comienza el proceso de refrigeración.
En la unidad exterior de un aire acondicionado se encuentra el motor de compresión, que es el encargado de comprimir el gas, primer paso del funcionamiento de un aire acondicionado. Cuando este gas es comprimido por dicho motor, pasa a estado líquido y su temperatura aumenta notablemente.
Después de esto, el gas es impulsado hacia el condensador, que es el radiador que se encuentra en la máquina exterior. Es en esta parte del proceso en la que comienza la tarea de sub-enfriamiento, que consiste en robar todo el calor a este gas líquido que acaba de llegar. Esta es la razón por la que las unidades exteriores de los aires acondicionados expulsan aire caliente.
Cuando le quitamos el calor al gas líquido, comienza parcialmente a pasar a estado gaseoso, pero no por completo. De esta forma, lo que llega a la válvula de expansión es una mezcla de gas en estado líquido y gaseoso. Una vez en esta válvula, el funcionamiento es igual que el de un desodorante en spray: hay un líquido dentro del bote y, cuando presionamos, el líquido pasa a ser gas y sale a una temperatura fría.
Así, la válvula de expansión produce una pérdida de carga en el refrigerante, lo que hace que la presión disminuya y, por tanto, el gas líquido pase a estado gaseoso y su temperatura disminuya aún más.
Tras pasar por la válvula de expansión, este aire, que ya tiene menor presión y temperatura, pasa al evaporador que se encuentra en la unidad interior de nuestro aire acondicionado. En esta unidad interior, el aire sale hacia la habitación enfriándose y, a la vez, quitándole calor al gas refrigerante, que se encuentra en dicho aparato interior.
Así, el calor que le quitamos al aire de la habitación con el gas, lo absorbe el compresor, para que así pueda servir para refrigerar el gas que retorna a la unidad exterior. La repetición de este proceso es la que consigue que el aire acondicionado pueda disminuir la temperatura de la habitación o del lugar donde se encuentre, hasta alcanzar la temperatura que se haya marcado en el mando que controla el aparato.
Una confusión que tienen muchas personas acerca del funcionamiento de un aire acondicionado es pensar que el aire que expulsa saldrá a la temperatura que se marque en el mando que lo controla. Por el contrario, los grados que se marcan en el mando le indican al aire cuándo debe parar de reducir la temperatura de la habitación.
Es decir, si se marca en el mando de un aire acondicionado una temperatura de 20 ºC, el aire expulsará aire frío hasta que detecte que la habitación se encuentra a esa temperatura. Una vez se alcance la temperatura marcada en el mando, el aire se detendrá, hasta que esta temperatura varíe, momento en el que volverá a ponerse en marcha.
Para que un aire acondicionado pueda detectar cuál es la temperatura de la habitación en la que se encuentra, tendrá que contar con una sonda termostática. Este componente es el encargado de ordenar al aire acondicionado que se detenga a la temperatura correcta. Dicha pieza se sitúa cerca de los filtros del aparato interior del aire acondicionado.
Un aire acondicionado siempre de marca
Nosotros os recomendamos que siempre que compréis un aire acondicionado sea de marca, por ejemplo Daikin o Mitsubishi Electric. Estas marcas de prestigio internacional invierten millones en mejorar la eficiencia energética y tienen una excelente calidad.
Tipos de sistemas de refrigeración
Dentro de los aires acondicionados existen diversos sistemas para adaptarse a las necesidades de cada espacio o consumidor. Por ello, en primer lugar, se debe distinguir entre los sistemas de aire acondicionado centralizados y los sistemas de aire acondicionado autónomos.
Aire acondicionado centralizado
Este sistema de refrigeración consta también de una unidad exterior y otra interior. No obstante, su principal diferencia con los sistemas autónomos es que con solo un dispositivo puede refrigerarse una casa entera, plantas de oficinas o, incluso, un edificio completo.
El sistema de aire acondicionado centralizado tiene su unidad exterior fuera de la casa y su unidad interior se suele colocar en el cuarto de baño. Este lugar se elige porque es donde menos puede molestar, ya que no afecta estéticamente a ninguna otra habitación.
Para instalar este tipo de aire es necesario que exista un falso techo, ya que la unidad interior se conectará con una serie de conductos que recorrerán toda la casa por dicho falso techo. A través de estos conductos, se desplazará el aire fresco que refrigerará todas las habitaciones.
En cada habitación se encontrarán dos rejillas, una por la que saldrá el aire fresco y otra por la que el aire retornará a la unidad exterior. Este aire que retorna no viajará por el conducto, sino por el espacio adicional que crea el doble techo. De esta manera, el aire expulsado y el aire retornado no entrarán en contacto.
Este tipo de sistema se controla con un termostato colocado bien en la habitación principal o bien en el salón, donde se podrá regular la temperatura y otros marcadores, como la humedad o la fuerza con la que es expulsado el aire.
Debido a que solo se cuenta con un termostato, o mando central, se desperdicia una gran cantidad de energía al refrigerar habitaciones en las que quizás no haya nadie. De esta manera, si se quiere instalar un sistema de aire centralizado, es muy recomendable contratar el sistema ‘airzone’.
El sistema ‘airzone’ consiste en instalar unas rejillas que están motorizadas y se controlan con un termostato colocado en cada una de las habitaciones. Así, cada uno de los integrantes de la casa, o del lugar que se quiera refrigerar, podrá elegir la temperatura a la que quiere tener su habitación.
Cabe destacar que también podrá apagar la refrigeración con independencia de que en el resto de la casa siga funcionando, lo que generará un gran ahorro de energía y dinero en la factura final.
Las ventajas principales de este sistema de aire acondicionado son el ahorro energético que tiene la casa, además de que ofrece una mejora de la estética, ya que las rejillas suelen estar colocadas en lugares discretos. Además, se consigue una mayor comodidad, ya que la temperatura del lugar será mucho más uniforme y hará menos ruido al situarse la unidad interior en un falso techo y, por lo general, en el baño.
Aire acondicionado autónomo
El sistema de aire acondicionado autónomo es el más corriente y el que suele encontrarse en las viviendas y pequeñas oficinas. Este tipo de sistemas cuentan con una unidad exterior, colocada fuera del lugar donde comienza el proceso de refrigeración y que está conectada con una unidad interior. Este tipo de unidad interior suele ser un aparato colocado en la habitación que se desea refrigerar y este mismo expulsa el aire fresco y recoge el aire caliente de la habitación donde se encuentra.
En el caso de este sistema, solo puede refrescarse la habitación en la que se encuentre la unidad interior. Así, para refrigerar una casa entera serán necesarios tantos aparatos como habitaciones albergue la casa.
Esto implicaría un gasto mayor en instalaciones de equipos y en la factura de la luz, ya que en una misma casa u oficina se encontrarían funcionando varios aparatos de refrigeración al mismo tiempo, lo que produce un consumo elevado. No obstante, este tipo de sistema tiene ventajas, como la posibilidad de regular la temperatura de cada habitación independientemente o la no refrigeración de aquellas habitaciones que no están siendo utilizadas.
Tipos de aparatos de refrigeración
En este apartado se hará una explicación extensa de los diferentes aparatos de aire acondicionado que existen y se clasificarán según el lugar donde suelen ser usados. De esta forma, se dividirán entre los que suelen ser de uso doméstico y los que se utilizan de manera comercial.
Uso doméstico
Aire acondicionado de ventana
Este es el nombre por el que se suele conocer a estos aparatos, no obstante, su nombre correcto sería «compactos».
Los equipos de aire acondicionado compactos tienen todos los elementos dentro de la misma carcasa, pero están diseñados para que, una vez colocados en la habitación a refrigerar, el condensador quede en el exterior de la habitación y el evaporador en el interior.
Es decir, interiormente, este tipo de aparatos tiene una separación entre el condensador y el evaporador. Por ello, no existe ningún tipo de intercambio de aire entre el interior y el exterior del lugar en el que se encuentre. Este tipo de equipos tienen una opción que se suele denominar «ventilación» en la que sí será posible que el aire exterior pase al habitáculo para poder renovar el aire.
La instalación de estos aparatos es fija y puede darse en las ventanas o en los muros, de ahí su nombre popular. En la teoría, estos equipos se diseñaron para instalarse en las ventanas, debido a los problemas de vibraciones y humedad. Sin embargo, en España es mucho más común que se instalen en los muros, sobre todo en las viviendas particulares.
Este tipo de aire acondicionado ha sido utilizado tradicionalmente en bares, viviendas y tiendas pequeñas. Su capacidad frigorífica es bastante elevada, variando entre las 1.200 y las 6.000 frigorías, por lo que es capaz de refrigerar un local de grandes dimensiones. No obstante, este tipo de aparatos está siendo cada vez menos demandado, debido a la preferencia que existe hacia los acondicionadores de partido o consola.
Esto se debe, en gran parte, a sus desventajas principales, que son el ruido que hacen al funcionar, el consumo algo más elevado y una apariencia muy poco estética.
No obstante, también presenta ventajas, como la fácil instalación y el bajo precio de la misma o el hecho de que apenas necesita ningún mantenimiento
Aire acondicionado partido o ‘split’
– De pared
Estos son más conocidos como equipos de consolas. Este tipo de equipo es de los que ofrecen un mayor nivel y son los más completos de todos los que se comercializan.
El equipo partido o de consola se compone de dos unidades individuales que están interconectadas a través de las líneas frigoríficas, que completan el circuito frigorífico cerrado, y a través de las líneas eléctricas de control que existen entre las dos unidades.
Estas dos unidades serán la unidad interior, que se colocará en el espacio que se quiera climatizar y que tiene un diseño más estético, y la unidad exterior, que suele colocarse en los muros exteriores y es donde comienza el proceso de refrigeración del aire.
Este tipo de aparato de refrigeración tiene una variedad de potencias muy amplia que puede ajustarse a las diferentes necesidades de los consumidores. En este caso, las ventajas son que los niveles de ruido son mucho más bajos, así como que resultan muy estéticos a la hora de colocarlos en una habitación. En suma, el mantenimiento que requieren es bastante sencillo.
Por otro lado, también presenta inconvenientes, como que su instalación es más complicada, por lo que los costes de la misma son más elevados que en los modelos de ventana, por ejemplo. Además, resulta difícil colocarlo en determinados sitios, como por ejemplo en paredes pre-fabricadas.
– Consola de techo
Como su propio nombre indica, se coloca en el techo y es una muy buena solución para establecimientos como tiendas, restaurantes, oficinas o viviendas que no tengan falsos techos y no sean muy espaciosos.
Su funcionamiento es similar a los de pared, aunque suele tener una mayor capacidad. La instalación que requiere es más compleja, por lo que también su precio es más elevado. Su principal ventaja es que su capacidad de refrigeración es más elevada también, desde 36.000 hasta 60.000 frigorías, por lo que con un solo aparato puede refrigerarse un espacio de dimensiones muy elevadas.
Su inconveniente es que hace más ruido que otros modelos y el coste de su instalación, que es bastante elevado.
– Aire acondicionado central
En este tipo de equipos se utiliza la misma idea que en los de tipo ‘split’. La diferencia con estos es que la instalación es muchísimo mayor y más compleja.
El aire acondicionado central suele utilizarse para la refrigeración de edificios completos, por lo que su coste es muy elevado. Su principal ventaja es que ofrece un gran confort y aumenta notablemente el valor de la vivienda que lo instala. Además, su mantenimiento es muy sencillo y se realiza en periodos de tiempo muy espaciados entre sí. Es decir, no es constante.
Entre sus inconvenientes se encuentran los altos costes de instalación, así como que requieren la utilización de conductos, plafones y techos rasos para la misma.
Uso comercial
– De pared (split)
Este tipo de modelo puede ser válido para pequeños y medianos locales y comercios debido a la amplia gama de potencias que se pueden encontrar en el mercado.
El aire acondicionado de pared es bastante efectivo en cafés, peluquerías, pequeñas tiendas etc. Presenta ventajas importantes, como la fácil instalación, que evitará que el establecimiento tenga que cerrar para disponer de este sistema.
Además, el coste de dicha instalación es reducido, por lo que el empresario no tendrá que hacer una inversión demasiado elevada. Las desventajas son que los locales que quieran elegir este tipo de equipo no podrán tener separaciones si quieren conseguir una refrigeración uniforme. En suma, la capacidad de estos es demasiado baja para locales de tamaño más grande.
– Consola de techo
Este tipo de aire acondicionado está muy recomendado para locales no demasiado grandes, que tengan un trasiego de clientes continuo y que cuenten con ambientes abiertos.
Las ventajas que presenta es que su instalación es sencilla y no requiere un desembolso de dinero demasiado elevado, en comparación a la calidad del servicio que ofrecen. También es un sistema silencioso y que no afecta a la estética del negocio. En muchos casos puede incluso resultar decorativo.
Su inconveniente es que requiere de un mantenimiento más periódico y con más frecuencia. Sobre todo en el caso de negocios que cuenten con espacios más abiertos.
– Aires acondicionados centrales
Este tipo de sistemas son utilizados en grandes edificios y locales más grandes. Por lo general, están diseñados para instalarse en oficinas o edificios que requieren una mayor potencia para conseguir la refrigeración deseada.
Entre las ventajas de este tipo de equipos encontramos la comodidad extra que ofrecen, al proporcionar una estabilidad térmica muy alta. Además, no requieren de un mantenimiento demasiado frecuente y aportan un gran valor a la empresa que lo instale, ya que contará con un lugar de trabajo cómodo para sus trabajadores y clientes. Así mismo, no afectará a la estética del local, edificio u oficina donde se coloque, ya que su unidad interior es bastante discreta.
Sus inconvenientes residen sobre todo en los costes, ya que para contar con este tipo de refrigeración será necesario hacer una inversión inicial importante. Su instalación requerirá el uso de plafones y techos rasos, además del uso obligado de conductos.
– Roof-Top
Las unidades ‘Roof-Top’ destacan en el uso comercial por la facilidad de instalación que ofrecen. Se trata de unidades compactas, por lo que se elimina el trabajo de conexiones frigoríficas. Proporciona una gran flexibilidad en su instalación, ya que permiten elegir si se prefiere la desembocadura de los conductos en el lateral o en la parte inferior.
Su potencia es elevada, por lo que puede ser una buena opción para aquellos negocios medianos y pequeños.
Factores a tener en cuenta en la elección de un aire acondicionado
Tras hacer un repaso por todos los tipos de equipos de refrigeración que existen y cuáles son los más adecuados para un hogar o un negocio, se hablará de los factores que hay que tener en cuenta cuando tenemos que elegir un determinado aire acondicionado.
Potencia del aparato
En primer lugar, a la hora de elegir el aparato de aire acondicionado que mejor se adapta a nuestras necesidades, debemos tener en cuenta la potencia que debe tener el equipo. Es necesario que tengamos claro las frigorías que necesitará el aparato para poder refrigerar nuestra vivienda o local y para ello podemos utilizar una calculadora de frigorías.
Para calcular esto, debemos tener en cuenta factores como la superficie de las paredes o el techo. La temperatura exterior también es relevante, ya que cuanto más calor haga fuera, más potente tendrá que ser el aparato. La cantidad de superficie acristalada es otro factor que influye, ya que el cristal aísla menos un habitáculo que la pared.
Otros elementos a tener en cuenta serán la orientación de la habitación, las sombras exteriores, la ubicación geográfica, la época del año en la que vamos a usar el aparato y los materiales con los que se ha construido el lugar; ya que determinarán el grado de aislamiento que tendrá en cuanto al exterior.
Consumo energético
Cada aparato de aire acondicionado va acompañado con una etiqueta que determina su consumo energético. Esta etiqueta mostrará desde una «A++» (para los más eficientes) hasta una «G» (para los que consuman más energía).
Para elegir correctamente un aparato de aire acondicionado este es un factor que no se debe ignorar, ya que elegir un aparato con un alto consumo elevará la factura de la luz notablemente. Además de esto, los equipos que tienen un bajo consumo contribuyen a mejorar el medio ambiente, debido a las reducidas emisiones.
Prestaciones que ofrecen
Para elegir correctamente el equipo de refrigeración será necesario saber con qué prestaciones cuenta el sistema.
En el caso de los aires acondicionados de ‘split’ (de pared, de techo que se han mencionado anteriormente), la mayoría de ellos cuentan con la tecnología ‘inverter’, que regula el mecanismo de aire acondicionado, de forma que en lugar de arrancar y parar frecuentemente, el compresor funciona continuamente.
Esto sirve para mantener la temperatura estable y ayuda a que el gasto energético sea proporcional a la capacidad de refrigeración que se requiera. Es decir, esto evita que se consuma más de lo necesario y, en suma, alarga la vida del compresor.
A día de hoy, todos los sistemas de refrigeración ofrecen prestaciones muy diversas como la purificación del aire o los sistemas ionizadores, que eliminan bacterias y ácaros del aire para quienes tienen alergias.
Por tanto, es recomendable que se determinen bien cuáles son las necesidades requeridas en el sistema de refrigeración, ya que todas las prestaciones extra suponen un coste más elevado y, en algunos casos, requerirán de un mantenimiento más frecuente.
Tener claro lo que se necesita y las prestaciones que serán necesarias hará que se produzca un ahorro y que se obtenga un equipo de refrigeración más adecuado para el comprador.
Potencia sonora
Este se trata de otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de adquirir un aire acondicionado. La potencia sonora hace referencia al ruido que emitirá el aparato cuando esté en funcionamiento.
El indicador de la potencia sonora se refleja también en la etiqueta energética. Para tener una orientación acerca de cuál será la potencia que se puede soportar en el lugar donde se instalará el equipo, se puede tomar como referencia el hecho de que en un dormitorio no se debe superar los 24 decibelios de potencia sonora.
¿Frío y calor?
Cuando se adquiere un aparato de refrigeración, se debe plantear esta cuestión. Si es necesario que el equipo pueda refrigerar, pero también calentar el lugar en el que se instalará, este deberá incorporar una bomba de calor reversible.
De esta manera, el equipo que adquiramos podrá refrigerar el lugar en verano pero también calentarlo en invierno. Este sistema suele ser el mas útil, ya que si se adquiere un equipo de bajo consumo, se podrá evitar el uso de braseros o estufas, que son más peligrosas y consumen mucho más.
Coste de mantenimiento
En el momento de adquirir un equipo de aire acondicionado, se debe preguntar por el coste de mantenimiento. En muchos casos, los precios de ciertos aparatos son mucho más bajos que el resto y esto hace que los clientes se decanten por ellos. Sin embargo, más tarde se descubre que el mantenimiento del aparato es muy costoso y se debe realizar de manera muy frecuente.
Para evitar este tipo de confusiones, es recomendable acudir a un profesional de confianza.
Preguntas frecuentes
¿Dónde se debe colocar el equipo de aire acondicionado?
Los equipos de refrigeración deben colocarse en lugares donde no les de el sol demasiado y donde haya una circulación del aire buena. Esto debe cumplirse tanto con las unidades exteriores como las interiores.
¿Cómo se puede optimizar el consumo?
Lo que se debe hacer para evitar consumos innecesarios es apagar el aire acondicionado cuando no haya nadie en el lugar donde se encuentre ubicado. Muchos equipos de climatización ya incluyen mecanismos de ahorro energético.
¿A qué temperatura se debe programar la climatización?
La temperatura normal y recomendada para cuidar el medio ambiente suele oscilar entre los 22 y los 25 grados centígrados. Si la humedad aumenta, se deberá reducir la temperatura para no modificar la sensación térmica.
Se debe tener en cuenta que no se debe programar una temperatura que se diferencie en más de 12 grados con la temperatura exterior ,ya que esto aumentará el consumo de energía en un 8 % por cada grado que sobrepase esos doce grados de diferencia.
¿Cómo se consigue la temperatura idónea?
Es primordial que desde que se encienda el aire acondicionado, este sea programado para la temperatura que se desee. Ni más alta ni más baja. Tampoco se debe programar una temperatura más alta o más baja de la que queremos para que enfríe o caliente más rápido. Esto se puede conseguir con el modo ‘powerful’ que tienen equipados casi todos los aparatos. De la otra forma, solo se conseguirá un mayor consumo.
¿Cómo ventilar la vivienda para obtener mayor rendimiento?
La ventilación del lugar donde se utilice el equipo de refrigeración debe realizarse en las horas de menor calor. Estas horas, por lo general suelen las primeras de la mañana y las que comprenden la noche.
Para que la climatización se lleve a cabo correctamente, se debe ventilar la casa durante estas etapas del día y evitar abrir puertas y ventanas mientras el aire acondicionado esté funcionando. Además, la ventilación solo ocupa diez minutos.
¿Qué mantenimiento necesita un aire acondicionado?
Normalmente, se recomienda que se limpie una vez al año, así evitaremos respirar aire cargado de suciedad y nuestro aparato durará mucho más. No obstante, los filtros se deben limpiar al menos una vez al mes. La extracción de los filtros es un proceso sencillo que se puede realizar sin ayuda de profesionales.
En el caso de una limpieza más a fondo, si es recomendable contar con servicios profesionales.
¿Se puede controlar la humedad en el ambiente?
Normalmente, sí. Hoy en día casi todos los sistemas de aire acondicionado traen una función que permite regular la humedad del lugar donde se encuentra. Esta función de deshumectación reduce la humedad con una mínima disminución de la temperatura.
¿Contamina el gas refrigerante?
Los refrigerantes que se utilizan en los equipos de climatización tienen un impacto ambiental reducido y no son tóxicos. Las empresas suelen estar cada vez más comprometidas con el medio ambiente y tratan de perjudicarlo lo menos posible, por lo que suelen usar refrigerantes como el R-410A y el R-407C.
¿Se debe combinar el aire acondicionado con otros electrodomésticos?
En este caso, la respuesta es positiva. Combinar la función de nuestro aire acondicionado con otros electrodomésticos como, por ejemplo, ventiladores de techo puede ofrecer un apoyo importante a nuestro climatizador, que alargará su vida útil considerablemente.
También se puede alternar su uso para dar un descanso al aparato de refrigeración y evitar así que funcione demasiadas horas seguidas.
¿Hay que pedir permisos para instalar un climatizador?
Esto dependerá de la ubicación del aparato. Las leyes de la Propiedad Horizontal dejan la regulación de estos asuntos en manos de los ayuntamientos, por lo que siempre se deberán consultar las ordenanzas municipales para salir de dudas.
¿Son perjudiciales para la salud los equipos de refrigeración?
Todo lo contrario. Siempre que el sistema tenga una instalación correcta debe ayudar a filtrar el aire que entra en la estancia donde está colocado. Estos sistemas de climatización están preparados para controlar tanto la humedad como la circulación del aire, además de eliminar partículas dañinas que se encuentren en él.
¿Se pueden esconder las unidades exteriores?
Debido a lo poco estético que quedan las unidades exteriores, muchas personas quieren taparlas o disimularlas. Esto es posible siempre que se ponga especial atención en las indicaciones del fabricante en cuando a la ventilación que necesitan.
¿Cómo se puede reducir el consumo?
Todo equipo de climatización incluye una serie de recomendaciones de uso. Estas recomendaciones son las que darán las claves necesarias para reducir el consumo energético de estos aparatos y conseguir un buen ahorro en la factura de la luz.
¿Cuánto tiempo dura un equipo de aire acondicionado?
La duración del equipo varía dependiendo del uso que se le de. Los promedios industriales indican que estos suelen durar entre 12 y 15 años, siempre que se le realice el mantenimiento profesional y las revisiones necesarias anualmente. Cabe destacar que este tipo de aparatos duran menos si se encuentran en lugares de costa.
¿Es normal que el aire acondicionado funcione continuamente?
Lo normal es que no. Si el aire acondicionado funciona constantemente, y el lugar ya ha alcanzado la temperatura que se ha programado, es porque no está funcionando como debería.
Si esto ocurre, se debe comprobar la temperatura del aire que entra en el equipo, ya que si el equipo no enfría al menos quince grados la temperatura de ese aire es porque no funciona correctamente y se tendría que contactar con un técnico.
Si, por el contrario, el aire funciona y enfría correctamente el aire que se introduce en él, puede que el problema esté en que no tiene la potencia suficiente para aclimatar la habitación en la que se encuentra.
¿Qué es el Ratio de Eficiencia Energética?
El Ratio de Eficiencia Energética, o EER, se encarga de medir el consumo de energía y el rendimiento del aire acondicionado. Un grado de rendimiento alto implicará un consumo de energía menor. Este parámetro se calcula al dividir el BTY de un equipo de aire acondicionado entre los Vatios que consume.